Ernesto Naranjo
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Nada me hacía presagiar que mi paso por la UCLM acabara desembarcando en esta boda en el teatro romano de Mérida. Siempre recordaré mi primer día en Gestión Aeronáutica, no porque éramos cuatro (literalmente) en clase -que también-, si no porque fue el día que conocí a Ali, la chica del Toyota Celica negro. Fueron cuatro años de muchas vivencias que me permitieron saber más de Alicia, y en los que compartimos cafés en los descansos, apuntes, y noches de fiesta, en la que alguna de ellas conocimos a Ángel, el chico del que Ali no podía parar de hablar (y como es muda…).
Años después de salir de las aulas de la UCLM, llegó a sus vidas y con nombre de guerrero (presagio del torbellino que se les venía encima) y conquistador, el pequeño Hernán que, con sus rizos rubios y sus ojos claros, nos conquistó a todos en el primer reportaje de familia que tuve la oportunidad de hacer.
Muchos fueron los goles que Hernán Griezmann metió con la elástica colchonera en las calles de la ciudad en las que sus padres se afincaron: Mérida. El destino, el trabajo, la providencia, el seguir avanzando con la tropa y estar siempre en la vanguardia con sus empresas, llevaron a un torrijeño y a una almodoveña a conquistar la romana Emérita Augusta.
Y, precisamente en su epicentro, en el Teatro Romano de Mérida, tuvo lugar la ceremonia que los unió en matrimonio ante las atentas miradas, lágrimas, y risas de familiares y amigos que allí nos reunimos. El porticus post scaenam del teatro, fue la parte utilizada y decorada por Catering Las Torres para esta ceremonia civil.
Como varios de los invitados eran de fuera de Mérida, la familia y amigos reservaron varias habitaciones del Hotel Ilunion Mérida Palace. De esta manera, Ángel y Ali aprovecharon para prepararse en este céntrico hotel de la ciudad romana.
En la intimidad de una bonita suite, Ali lucía radiante con su precioso vestido de Ramón Herrerías. Una vez listos, Ali bajaba las escaleras del brazo de su padre y Manu, su hermano, los esperaba con su guitarra en un precioso patio del hotel donde deleitó a su “gitanilla” con sus cantes.
En las afueras de la ciudad, en lo alto de una cima, con una campiña de vides como paisaje, esperaba Viña Santa Marina para celebrar por todo lo alto esta boda en el teatro romano de Mérida. Pudimos disfrutar de un cóctel y la comida en un ambiente distendido, ambas servidas por Catering Las Torres. Alicia se puso un segundo vestido, esta vez con diseño de Matilde Cano, para disfrutar relajada de la barra libre.
Son recuerdos que tenemos la responsabilidad de hacer eternos, para que, como tal, conformen y dibujen vuestra vida. Esta es la visión que tengo de vuestro día, espero que disfrutéis una cuarta parte de los que nos hicisteis disfrutar a todos los invitados. Dadle al play!
Chaqué, Corbata y Zapatos: Antonio Ñacle | Vestido: Ramón Herrerías | Segundo Vestido: Matilde Cano | Zapatos: ASOS Wedding | Tocado: Entre Cuentas y Dedales | Ramo: Floristería Acacia | Decoración Floral: Las Torres | Celebración: Viña Santa Marina | Catering: Las Torres | Música: Versión 2.0
Si te ha gustado esta boda en el teatro romano de Mérida, puedes ver esta boda en finca la Peralosilla pinchando aquí.